A pesar de que las telas de diferentes materiales se asocian mayormente a la elaboración de prendas de vestir y algunos elementos del hogar, hoy en día su uso abarca grandes espacios arquitectónicos.
Al día de hoy, se podría decir que la arquitectura es prácticamente una ciencia, y como tal, debe estar siempre a la vanguardia. Es por eso, que los grandes innovadores en esta área han pensado en soluciones arquitectónicas que cada vez son más funcionales y de menor costo. Así sucede con la denominada arquitectura textil.
En simples palabras, esta es una técnica que emplea en su mayoría materiales tensados, como las membranas textiles, láminas ligeras y mallas arquitectónicas, para establecer estructuras que cubren grandes espacios, como techos y fachadas.
Aunque cueste creerlo, este término fue adquiriendo importancia hace bastante tiempo, durante la década de los 50´s. No obstante, durante los últimos años se ha convertido en una de las tendencias más famosas a la hora de construir.
De los grandes recintos al hogar
Uno de los estadios utilizados para las olimpiadas de 1972 en Múnich, se atrevió a innovar y presentó un techo retráctil hecho completamente de un material textil tensado. Fue en ese momento cuando el mundo conoció los beneficios de esta nueva técnica.
En la actualidad, no es necesario ser millonario para tener algo así en casa. Las industrias de hoy son capaces de fabricar soluciones arquitectónicas hogareñas a gran escala. Mallas arquitectónicas, cubiertas livianas, envolturas textiles, tenso estructuras, tenso formas, entre otros, son parte de la amplia gama de productos asociados.
Variados beneficios
En la elaboración de estos productos se ocupan materiales sintéticos como la silicona, el PVC, polímeros varios e incluso metal. Todos estos materiales, empleados con la tecnología que tensa el tejido, producen una serie de beneficios parecidos a lo que las cortinas logran en espacios reducidos.
Lo más notorio, es la luminosidad que otorgan. Ya sea que se utilice como techo o fachada, la luz natural penetrará de gran manera los espacios interiores. Considerando su material, las mallas arquitectónicas fabricadas con acero inoxidable, son una de las mejores opciones para las fachadas.
Otro beneficio importante tiene que ver con el ahorro energético. En estos tiempos en donde la energía se ha vuelto un recurso valioso, este tipo de arquitectura puede contribuir. Los textiles tensados son capaces de absorber la energía solar de un 4 % a un 17 %, lo que permite disminuir la concentración de calor al interior del inmueble.
En términos de seguridad, la mayoría de estas estructuras posee la característica de ser antisísmica, es decir, que ante cualquier temblor terrestre, serán capaces de resistir de gran manera.
De igual forma, su gran resistencia permite que su duración sea mayor a la de los techos y fachadas comunes. Su composición material lo permite, y además, hace que el mantenimiento de éstas sea mucho más barato a largo plazo.
A diferencias de las estructuras convencionales, su instalación es sumamente sencilla. Los sistemas de sujeción y las membranas fabricadas en las industrias, son construidos para que su montaje y traslado sea sencillo.
Uso estético y funcional
La arquitectura textil, puede tener uso en diferentes espacios y puede complementar el diseño del mismo. Los materiales utilizados tienen la característica de ser deformables, lo que permite crear figuras originales y modernas.
Si se emplea para techos, sus usos pueden ir desde cubrir estadios y recintos enormes, hasta cubrir jardines y patios al interior de los hogares. Para estos últimos, las mallas textiles pueden ser muy funcionales, ya que como se ha mencionado, el control de luz es muy satisfactorio.
