El cambio climático ha pasado a ser un problema de alcance mundial, y es por ello que son muchos los países que están tomando medidas serias para generar conciencia en la sociedad con respecto al cuidado del medio ambiente. Esto parece coherente, considerando que el daño causado por el ser humano a las condiciones naturales del planeta han alcanzado niveles críticos, y todos concuerdan que lo único que puede dar verdaderas oportunidades de cambiar la situación actual es un cambio de raíz en la interacción que tiene el ser humano con el ecosistema. Cambios drásticos de temperatura, nieve en lugares donde nunca nevaba, temperaturas extremas que amenazan la salud de las personas, son algunas de las consecuencias que se han estado viendo en los días que corren. Considerando lo anterior, un equipo de investigadores de la Universidad de Lund ubicada en Suecia, ha conseguido evidenciar el protagonismo que han tenido las acciones individuales en los daños que sufre el medio ambiente luego de analizar una serie de estudios publicados en años recientes, y que han permitido conseguir datos interesantes, que a simple vista no parecen relevantes, pero que según ellos, permitirían un impacto muy positivo en la batalla contra el cambio climático.
¿Qué datos relevantes ha entregado el estudio? Producto de este trabajo se ha concluido que el tener menos hijos, prescindir de un vehículo y también evitar viajes largos en aviones y automóviles serían algunos pasos que podrían ser de gran ayuda para combatir el cambio climático. ¿Y qué puede decirse de la alimentación? El estudio arroja que llevar una dieta vegetariana también ayudaría con la causa.
Los profesores Wynes y Nicholas, quienes son los autores del estudio, precisaron que su estudio permite determinar cuáles son las mayores contribuciones que pueden realizarse, sin embargo las decisiones personales que todos podamos tomar para ayudar contra el cambio climático son las que realmente permitirán generar efectos favorables.
«Por ejemplo, vivir sin coche particular evita la emisión anual de 2,4 toneladas de dióxidos de carbono, mientras que comer una dieta basada en vegetales ahorra 0,8 toneladas de CO2 al año», indican. Se entiende que algunas cosas como comer cosas vegetarianas o evitar el vehículo puede ayudar contra el cambio climático. Pero ¿es eso todo lo que se puede hacer? No. Ya que el informe arrojó más información.
¿Qué otras acciones son efectivas?
Renovar las ampolletas convencionales por otras que sean especialmente fabricadas para ahorro energético pareciera no aportar demasiada ventaja, pero aun así es un paso recomendable, y que además nos beneficia directamente por la reducción mensual en el costo eléctrico. Otra medida un tanto más costosa pero altamente efectiva es cambiar el vehículo corriente por uno de tecnologías híbridas (o incluso totalmente eléctrico, que es más caro pero baja el costo de consumo energético), lavar la ropa con agua fría, reciclar nuestra basura y separarla por categorías, o incluso lavar la ropa a mano, son cosas que realmente ayudan.
Kimberly Nicholas, quien es la coautora del estudio, admitió que gran parte de las opciones descritas en el estudio son totalmente personales y su aplicación dependerá de cada uno. Pero luego afirmó: «no podemos ignorar los efectos que nuestro estilo de vida tienen en el cambio climático». Y señaló: «Los jóvenes que ahora están estableciendo sus patrones de vida deben ser conscientes de las acciones que pueden tener más impacto en el clima». Y es ahí donde radica la importancia del estudio, ya que gran parte de las medidas que allí se describen son de “decisión personal”. Muchas implican renunciar a comodidades como lavar la ropa a máquina, sin embargo lo más importante debe ser el tipo de vida que le estaremos heredando a las futuras generaciones.
