El hogar, el hogar… Llega un momento en nuestras vidas en que debemos habitar nuestro propio espacio. Encontrarlo es el primer paso, hacerlo nuestro es el segundo. Te presentamos tres principios para que decorarlo a tu gusto no se transforme en una pesadilla
Independizarse o irse a vivir solo es un gran paso en la vida de todo adulto. Sin embargo, muchas veces los primeros departamentos no son como los que nos muestran series como Friends.
Es normal que los primeros días estés rodeado de cajas de embalaje y que la decoración de espacios puede pasar a segundo plano, pero sentirte cómodo en tu nuevo hogar es tan importante como cualquier necesidad básica.
No se trata de llenar cada centímetro de nuestra vivienda con artículos de lujo, sino de aprender a optimizar tus recursos para que sea tan habitable como amigable. A continuación, te presentamos 3 consejos simples para lograrlo:
1. Repara lo que sea necesario en el hogar
La decoración no tiene por qué ser una cuestión totalmente ajena al funcionamiento práctico de un inmueble. Cuando conozcas tu nuevo departamento o casa, probablemente te encontrarás con múltiples detalles que necesiten una reparación. Lo mejor que puedes hacer en estos casos es enumerar aquellos que sean más prioritarios y ponerte manos a la obra.
Presta especial atención a la protección de tus puertas y ventanas, ya que estos no solo son puntos de acceso a tu propiedad, sino que además aíslan el frío en invierno y el calor en verano. Si logras resolver esta clase de detalles rápidamente, estarás listo para pasar sin problemas a la próxima estación.
Además, resolver estos retos de inmediato te evitará problemas mayores a futuro. Puede que en un principio los pormenores parezcan insignificantes, pero actuar con prontitud hará más agradables los primeros meses que pases en tu nueva vivienda.
2. Aprovecha lo que tienes
No solo te fijes en lo que debes arreglar, sino que también en lo que puedes aprovechar para evitar perder tiempo y dinero en proyectos innecesarios. Pon atención, por ejemplo, al cableado de tus habitaciones para decidir cómo ordenar tus muebles y electrodomésticos.
También, fíjate en los detalles y los implementos con los que cuenta tu hogar para aprovecharlos al máximo y minimizar los gastos que debas hacer.
En caso de no tener instalaciones para cortinas y persianas, estas últimas son la opción más recomendada para presupuestos ajustados debido a que no requieren de un mayor trabajo al momento de montarlas.
En caso de que cuentes con varillas ya instaladas, toma el largo de estas para comprar cortinas a medida que correspondan con tus ventanas. Esto te ahorrará problemas y dará un toque especial y estructurado a tu ambiente sin mayor esfuerzo.
3. No te impacientes
Una vez tu casa sea un ambiente funcional, en que puedas dormir, cocinar y vivir el día a día, puede que todavía sientas que está un poco vacío. Si es así, no temas.
Aprovecha esta oportunidad para darle personalidad a tu espacio. Compra plantas que crecerán junto a ti, cuelga fotografías de momentos significativos y decóralo como siempre quisiste, un paso a la vez.
Piensa en tu hogar como un espacio en que se cuenta tu historia, que va cambiar junto a ti con el tiempo. Puede que esa estantería apenas tenga un par de libros ahora mismo, pero con el tiempo ya verás cómo se transforman en un reflejo de lo que eres, lo que amas y todo lo que vivirás aquí.
