BIM en la arquitectura
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BIM: La nueva tecnología que revoluciona la construcción

Plataforma multidimensional que permite proyectar un edifico virtual en completa correspondencia a la obra finalizada.

BIM, acrónimo de (building information modeling), o modelado de información de construcción, es una innovadora herramienta que cambió absolutamente el paradigma en la forma de trabajar en los proyectos arquitectónicos. Es decir, dejó atrás los convencionales sistemas CAD, para abrir paso a un nuevo concepto en la etapa de creación y posterior gestión de datos de una obra. BIM, entonces, es una metodología enriquecida que, a través de una plataforma, trabaja la proyección ya no como un dibujo bidimensional, sino que como una entidad digital en 3D que permite interpretar un edificio virtual en completa correspondencia con lo que será la obra finalizada.

Su principal objetivo, fue unificar todos los modelos constructivos antes existentes en un único gran prototipo que centralizó de forma organizada toda la información. Es por esto que se convirtió en un sistema de trabajo colaborativo que integra a arquitectos, proyectistas, ingenieros y todos los agentes vinculados en una construcción.

Como simulador del procedimiento real de construcción, BIM es un método multidimensional que contiene todas las etapas del ciclo constructivo de un proyecto; desde su diseño integral, construcción e incluso vida útil de la infraestructura, permitiendo minimizar operaciones y costos de mantenimiento.

Las claves de su éxito

La tecnología BIM, más allá de ser un modelo digital de construcción en 3D, se fundamenta principalmente en el vínculo y armonía permanentes entre concepto visual y bases de datos. Este sistema permite que todo el proyecto pueda ser contenido en variables y elementos posibles de cuantificar que se ajustan automáticamente en caso de modificaciones, como así también se actualizan todos los dibujos y planos generados dentro del BIM.

Esto evita errores y problemas de coherencia al momento de construir, y permite ahorro de tiempo y optimización de todas las etapas; lo que se expresa en una mayor calidad y rentabilidad del proyecto.

Como vemos BIM es más que una plataforma, un concepto o una metodología de trabajo; es la suma de todo eso más sus incalculables beneficios en corto, mediano y largo plazo. Por esta razón, que como líder a nivel mundial en soluciones arquitectónicas Hunter Douglas AP ha visto la necesidad de sumarse a la vanguardia en construcción y lanzó al mercado los modelos BIM.  “Una de sus principales ventajas es que permite una visualización 3D realista del proyecto planeado, por ende, los clientes pueden apreciar con claridad la propuesta estética o incluso ser actores partícipes en las decisiones de diseño”, explica Yanira Bolívar, experta en acabados arquitectónicos.

Y en este sentido, uno de los tantos asuntos que revolucionó BIM, es la innovadora perspectiva para apreciar los proyectos y sus elementos físicos desde distintas aristas. Las líneas dejaron de ser fachadas o pisos a nivel imaginario. Actualmente son una proyección concreta donde los clientes sí pueden identificar y elegir los distintos tipos de revestimientos, cubiertas y terminaciones en general.

Ventajas del BIM

Otro de los beneficios del BIM, principalmente para los arquitectos que lo utilizan, es la optimización eficaz del tiempo invertido en el diseño o modificación de los planos. Con los sistemas CAD tradicionales, eran ellos quienes otorgaban variables de valor a cada elemento en sus dibujos, y a cada intervención que hubiese, tenían que recalcular todo nuevamente para darle proporción y coherencia al conjunto de figuras. Con BIM en cambio, los datos se ingresan una sola vez, y con los cambios los valores se reajustan automáticamente en todos los ámbitos del diseño.

Otra de las ventajas de la tecnología BIM es que permite a ingenieros, arquitectos o constructores acceder y manejar todas las variables de un proyecto en un único archivo, donde todas áreas están al tanto de los cambios y así evitan cruces erróneos de información. También facilita el control y gestión de cada una de las partes. Esta característica además admite estimar precios en cualquier punto del presupuesto, y manejar datos como la mano de obra necesaria, las cantidades exactas de materiales, la coordinación de tiempos, y en general, todo lo que puede involucrar el resultado de la infraestructura.

En resumen, BIM se presenta como una tecnología innovadora que logra generar los datos de un proyecto arquitectónico de manera más exacta y en menor tiempo; agiliza la comunicación entre los especialistas que participan en el desarrollo de diseño y edificación; minimiza el margen de errores en el proyecto; y mantiene un registro digital de todos los datos pertinentes a las etapas a lo largo de todo el proceso. Resultados que sin duda trascienden en la eficiencia, productividad y sostenibilidad de la obra.

Jaime Oportus
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