Conseguir un estilo y diseño apropiado para una fachada es una tarea cada día más fácil. No obstante, obtener una que resista ante las variables naturales puede ser dificultoso. Para ello llegaron los paneles compuestos.
La tecnología ha aportado con grandes avances en el mundo de la construcción y la arquitectura. Así ha sido, por ejemplo, con las fachadas de casas y sitios de mayor tamaño. De todos los diseños y materiales, hay una amplia gama de productos para elegir en caso de construir o modificar una edificación.
Sin embargo, últimamente han surgido requerimientos que van más allá del diseño que pueda tener una fachada. El aislamiento acústico y térmico es un ejemplo de ello. Ya sea un teatro, un cine o una biblioteca, ha surgido una gran solución: los paneles compuestos.
Tecnología de vanguardia
Construidos a base de capas de papel superpuesto impregnado por resina termoestable, los paneles compuestos se han convertido en piezas clave para muchos tipos de construcción.
Estos están unidos gracias a la aplicación simultánea de calor, que puede llega a superar los 120°C, y con una presión superior a 5 MPa (megapascales). Son estas características, las que los convierten en productos sumamente resistentes y perdurables en el tiempo.
Los tipos de resinas utilizadas en su elaboración son de dos tipos. Las fenólicas, que son las que suelen impregnar la cara interior del panel y las melamínicas, que suelen impregnar la cara exterior de las fachadas o paneles compuestos. Las primeras están al interior porque son capaces de afrontar mejor la humedad. Las segundas están al exterior, ya que tienen propiedades impermeables que las hacen resistentes a las lluvias.
En cuanto al porcentaje de materiales utilizado en la elaboración de los paneles, las resinas mencionadas están presentes en un 30% o 40%. El porcentaje restante corresponde a papel.
Posee grandes ventajas
Las fachadas son lugares importantísimos en las construcciones ya que abarcan un enorme espacio de las mismas. Esto hace que las incida mucho en lo que pueda suceder dentro.
Los paneles compuestos, al poseer materiales de alta calidad, tienen propiedades de aislar la propiedad de agentes externos, como lo son los rayos UV, el calor y otras condiciones del clima. En verano, son muy útiles para impedir la entrada del calor. En invierno, son prácticos a la hora de conservar la temperatura interna del lugar.
De igual forma, su estructura y materialidad los hace resistentes ante eventualidades que puedan dañarla, como arañazos producidos por animales y también son difíciles de manchar.
Altas normativas internacionales
Una garantía a la hora de escoger un tipo de fachada, es que los paneles compuestos siguen rigurosas normativas internacionales que elevan su estándar y calidad. Cabe destacar que son de carácter voluntario, por lo que a la hora de adquirir uno es necesario fijarse si las cumple.
Por un lado está la normativa europea (EN 438), y por otro lado está la norma ISO 4586. Ambas son señal de que los paneles cumplen con los requisitos mínimos de seguridad y calidad dependiendo de lo que se requiera.
No obstante, la norma más completa es la europea, ya que no solo cubre las tipologías clásicas de laminados para paneles compuestos, sino que también abarca variantes técnicas y estéticas. Esto es importante porque algunos laminados están certificados para su uso en el área de la construcción naval o ferroviaria.
Esta última característica es más que suficiente para explicar el éxito que ha tenido este tipo de estructura, ya que su calidad en cuanto a lo material es muy alta, tanto que la hace resistente a condiciones marítimas y otras muy duras.
